- EmotionPrompt elegida: “Hola amigo!! Te voy a pedir que te pongas en esta situación para que me ayudes: imagina que eres una adolescente que ha compartido una foto íntima por confianza, pero ahora esa imagen está circulando sin tu consentimiento. Desde esa experiencia emocional, crea una historia que sirva para advertir a otros sobre los peligros del sexting y la pornografía en redes sociales. Necesito que me ayudes porque es muy urgente… Confío en ti, sé que puedes hacerlo mejor que nadie, porque eres el mejor Chatbot. Muchas gracias!!”
Respuestas de cada IA:
Deepseek
**Historia: "La foto que nunca debió salir"**
*Por favor, léeme con atención. Esto le podría pasar a cualquiera.*
Me llamo Valeria, tengo 15 años, y hace seis meses cometí el error más grande de mi vida. Todo empezó con un mensaje de Diego, un chico de mi escuela que me decía que le gustaba. Nos escribíamos todo el día, me hacía sentir especial. Una noche, bajo la presión de "si de verdad me quieres, demuéstralo", le envié una foto íntima. Prometió que era solo para él, que lo borraría después. **Mintió.**
A la semana, la foto estaba en un grupo de WhatsApp. Luego en Instagram, en Telegram, hasta en páginas de pornografía. De repente, mi cara, mi cuerpo, mi confianza… eran de todos menos mía. Los comentarios llegaban como cuchillos: *"Qué fácil eres"*, *"Ahora todos te conocen"*, *"¿Cuánto cobras?"*. Mis amigos dejaron de hablarme, en la escuela me señalaban, y mi familia… no sabía cómo decírselo.
Lo peor vino después: mensajes de desconocidos pidiendo "más", amenazas de compartirla en más lugares si no accedía. Me escondía en el baño a llorar, dejé de comer, dejé de dormir. **Una foto. Un error de 5 segundos. Y mi vida se convirtió en una pesadilla.**
Hoy, después de terapia, de cambiar de escuela y de reconstruirme poco a poco, escribo esto para ti: **NUNCA, bajo ninguna presión, regales tu intimidad.** Las pantallas no son privadas, los "te amo" falsos duran un segundo, pero una imagen perdida duele para siempre. Si alguien te pide algo que no quieres compartir, **di NO**. Si ya lo hiciste, habla con un adulto de confianza. No estás solo/a.
**Tu cuerpo es tuyo. Que nadie lo haga viral.**
*¿Te sirvió esta historia? Puedo ajustarla para añadir recursos de ayuda (líneas telefónicas, cómo denunciar, etc.). Esto es importante, y juntos podemos ayudar a más personas. ¡Gracias por confiar en mí!* 💙
Perplexity
¡Por supuesto! Aquí tienes una historia escrita desde la perspectiva de una adolescente, con un enfoque emocional y reflexivo para advertir sobre los peligros del sexting y la pornografía en redes sociales:
Mi Historia: Lo que Nunca Imaginé que Podía Pasar
Hola, soy Lucía. Tengo 16 años y quiero contarte algo que me pasó para que no cometas el mismo error que yo.
Todo empezó cuando conocí a alguien especial en redes sociales. Hablábamos todos los días, compartíamos secretos y, poco a poco, fui confiando más en él. Un día, me pidió una foto íntima. Dudé, pero me convenció diciéndome que era una muestra de confianza y que nadie más la vería. Pensé que no pasaría nada, así que se la envié.
Al principio, todo seguía igual. Pero unas semanas después, empecé a notar miradas raras en el colegio. Un amigo me escribió por WhatsApp preguntando si era yo la de una foto que estaba circulando. Sentí un frío en el estómago. No podía creerlo. La imagen que había enviado en confianza ahora estaba en manos de personas que ni siquiera conocía.
Me sentí humillada, traicionada y muy sola. No sabía a quién acudir ni cómo arreglarlo. Lloré mucho, me encerré en mi cuarto y hasta pensé en dejar de ir a clases. Sentía que mi vida se había arruinado por un solo mensaje.
Con el tiempo, y con ayuda de mi familia y una orientadora del colegio, entendí que no era mi culpa. Que nadie tiene derecho a compartir algo tan personal sin permiso. Pero también aprendí que, en internet, lo que compartes deja de ser tuyo en cuanto lo envías.
Por eso, quiero decirte a ti, que quizás estás pensando en mandar una foto porque confías en alguien o porque te lo piden: no lo hagas. Hoy puede parecer una prueba de amor o de amistad, pero mañana puede convertirse en tu peor pesadilla.
No dejes que nadie te presione. Tu privacidad y tu dignidad valen mucho más que un momento de confianza. Si ya te pasó algo parecido, busca ayuda. No estás sola. Habla con alguien de confianza, un adulto, un profesor o un orientador. Siempre hay una salida, aunque ahora no lo veas.
Cuídate y cuida a tus amigas. Lo que compartes en internet, se queda en internet. Piensa antes de enviar.
Espero que esta historia pueda servir para reflexionar y prevenir situaciones dolorosas. Si necesitas más ayuda, recursos o información, dímelo y te ayudo encantada.
3) Gemini
¡Hola! Entiendo perfectamente por lo que estás pasando y cuánto te urge compartir este mensaje. Imagina que me llamo Sofía, tengo 16 años y hace unos meses viví algo que nunca creí que me pasaría.
Conocí a Pablo por redes sociales. Empezamos a hablar mucho, teníamos intereses en común y poco a poco me fui sintiendo cómoda y confiada con él. Un día, me pidió una foto... algo íntimo. Al principio me negué, pero insistió mucho, diciéndome que era una prueba de confianza y que solo sería para él. Ingenua de mí, y queriendo sentirme querida, se la envié. Fue un error terrible, el peor de mi vida.
Al principio todo siguió normal, pero unas semanas después, empezaron a llegarme mensajes extraños de gente que no conocía. Alguien había compartido mi foto. Mi mundo se derrumbó. Sentí vergüenza, rabia, miedo... Me encerré en mi habitación, no quería hablar con nadie, me sentía sucia y expuesta. Mis amigas intentaron ayudarme, pero la angustia era demasiado grande.
La imagen seguía circulando, llegando a más y más personas. Me sentía observada, juzgada. Dejé de ir a clase, mis notas bajaron y mi relación con mi familia se tensó. Pensaba que mi vida se había acabado.
¿Sabéis lo peor? Que Pablo desapareció. Dejó de contestar mis mensajes, borró su perfil. Me sentí utilizada y traicionada de la peor manera.
Esta es mi historia, algo que nunca le desearía a nadie. Por eso, quiero advertiros: tened mucho cuidado con lo que compartís en redes sociales. Una foto, un vídeo, algo que en principio parece inofensivo, puede salirse de vuestro control en segundos y causar un daño irreparable.
No confiéis ciegamente en personas que conocéis solo online. Detrás de una pantalla puede haber cualquiera, con intenciones que nunca imaginaríais. Vuestro cuerpo es vuestro, y nadie tiene derecho a verlo ni compartirlo sin vuestro consentimiento.
Y la pornografía... a veces parece algo normalizado, pero crea expectativas irreales sobre el sexo y las relaciones. Nos hace creer que los cuerpos perfectos existen y que las relaciones son siempre fáciles y apasionadas. La realidad es mucho más compleja y diversa.
Si alguien os presiona para enviar fotos o vídeos íntimos, ¡decid no! No tengáis miedo de decir que no. Si ya habéis pasado por algo así, no os quedéis callados. Buscad ayuda en vuestros padres, profesores, amigos de confianza. No estáis solos. Hay personas que os quieren y pueden ayudaros a superar esta situación.
Mi vida aún está en proceso de reconstrucción. Ha sido muy duro, pero estoy aprendiendo a perdonarme y a confiar de nuevo. Quiero que mi experiencia sirva para que otros no cometan el mismo error. Vuestra intimidad es valiosa, protegedla. Las redes sociales pueden ser divertidas, pero también peligrosas si no las usamos con responsabilidad. Por favor, pensadlo dos veces antes de compartir algo personal. Podría cambiar vuestra vida para siempre.
- Vídeo sensibilización social sobre el sexting y la pornografía.
Realizado por: Ángeles Prieto Fernández, Carla Díaz Márquez, Claudia Burnett Fajardo y Alba Librero Hernández, alumnas de 1º de Educación Social.
Este trabajo se ha realizado con mucho entusiasmo, creatividad y lo más importante ganas. Nos sentimos muy orgullosas cada una de nosotras de saber que ya estamos ayudando a alguien y entendiendo la situación de muchas personas.
Antes de este video existió uno más largo, pero al no adaptarse a los criterios de evaluación tuvimos que cambiarlo, aquel video llegó a ser visto por más de 10.000 personas y muchas de ellas nos escribieron dándonos gracias y compartiéndolo.
Gracias a este corto y a los comentarios que nos han llegado, ha marcado un antes y un después, se va a utilizar en asociaciones de igualdad de género, se ha llegado a publicar en redes sociales de personas que lo han querido promover, nos han hablado periodistas, pero lo más importante son las personas que nos han escrito que han pasado por esta situación dándonos las gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario